5.000 km² en alerta durante 2021
Un área en la Amazonía brasileña, equivalente a cuatro veces la ciudad de São Paulo, está en riesgo de incendiarse. La advertencia proviene de un informe del Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (IPAM) y Woodwell Climate Research publicado a comienzos de julio.
El informe identifica 5.000 km² de zonas deforestadas que podrían arder por la sequía extrema. Allí la vegetación fue talada y está seca. Una chispa basta para que el fuego se propague.
La Niña + deforestación: el cóctel perfecto para el fuego
Los investigadores señalan que existen áreas deforestadas y sin quemar desde 2019. La intensa sequía asociada al fenómeno de La Niña eleva el riesgo, sobre todo en el sur de la región amazónica.
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“La quema es la última etapa de la deforestación”
El reporte lo resume con claridad: “Son casi 5 mil kilómetros cuadrados con vegetación talada y seca esperando que llegue alguien con el fuego. La quema es la última etapa de la deforestación: la más barata, rápida y rentable para limpiar la tierra y usarla después”.
Dónde se concentra el mayor riesgo
Los puntos de calor se concentran en diez municipios de cuatro estados: Amazonas, Mato Grosso, Pará y Rondonia. En esas zonas confluyen sequía, presión por uso del suelo y bosques recientes talados.
Incendios para ampliar la frontera agropecuaria
De acuerdo con el estudio, muchos incendios se inician para ampliar áreas de agricultura y ganadería extensiva. El cambio climático agrava la sequedad del ambiente y acelera la propagación del fuego.
En años recientes, varios finqueros enfrentaron a la justicia por incendios provocados. El gran incendio del Pantanal —una de las regiones más biodiversas del país— dejó pérdidas ambientales incalculables y derivó en denuncias internacionales contra el entonces presidente Jair Bolsonaro.
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Datos clave de 2019 y 2020
- En 2019, las fincas medianas y grandes fueron responsables del 72% de los puntos de calor, según documento oficial citado por el informe.
- En 2020, el INPE registró más de 100.000 incendios en la región, el mayor número en una década.
- En 2019, los incendios aumentaron un 30% frente a 2018.
Por qué el fuego se descontrola
Tras la tala, árboles y ramas se apilan para que se sequen. Luego se quema para “limpiar” el terreno. Ese fuego, de gran intensidad, puede escapar al bosque contiguo. Si el ambiente está seco, los daños se multiplican. Es el resultado de sumar los efectos locales de la deforestación con el cambio climático global.
Con información de Globo Brasil.

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