Bolivia sale de una crisis para entrar en otra, los fenómenos de sequía y fuertes incendios han llevado al Gobierno transitorio del país a declarar, situación de desastre nacional, medida que abre la posibilidad de recibir ayuda internacional frente a la emergencia que afrontan los bolivianos.
“Vamos a enfrentar el desafío y la crisis de los incendios y la sequía. Pido unidad para enfrentar el fuego y proteger al medioambiente y a los animales. Estamos declarando desastre nacional por sequía y por incendios”, declaró la presidenta Jeanine Áñez en conferencia de prensa.
“Estamos a tiempo de actuar para que no pase lo mismo que el año pasado” afirmó la mandataria.
Los incendios están devastando todo a su paso, áreas montañosas y protegidas están siendo consumidos rápidamente por las llamas y el llamado es a actuar pronto para evitar un desastre peor al ocurrido el año pasado, cuando se quemaron 6,4 millones de hectáreas en la región amazónica, según datos de la NASA.
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Actualmente los incendios forestales avanzan en todo el país, hasta la fecha se han quemado más de 1,4 millones de hectáreas, según el Ministerio de Medio Ambiente. El desastre ha dejado más de 600 familias damnificadas y el último informe de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), informó que entre el 28 de septiembre y el 04 de octubre se registraron 27.152 focos de calor.
Más de 10.562 focos de calor (39%) se encuentran en áreas sin cobertura, lugares cuya vocación de uso de la tierra está destinada a la producción agropecuaria lo que ha llevado a las autoridades a prohibir las quemas en medio de la sequía prolongada que vive el país y se han realizado operativos de control.
Existen en curso 500 procesos sancionatorios y 20 procesos penales y hasta el momento se han puesto ante la justicia a cinco infractores que fueron encontrados en flagrancia, de los cuales dos tienen sentencia y tres tienen juicios según la ATB.
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Según las autoridades el 95% de los incendios actuales han sido ocasionados por actividades humanas.
Una de las grande preocupaciones del país es la ubicación de 16.590 focos de calor (61%) localizados en áreas con bosques y matorrales poniendo en alto riesgo la biodiversidad del país.
Las áreas protegidas con más focos de calor son el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías (3550), el ANMI Río Grande Valles Cruceños (2012), y la Reserva Ríos Blanco y Negro (1135) en el departamento de Santa Cruz; Iténez en Beni (966) e Iñao en Chuquisaca (472).
El medio de Bolivia RAI entrevistó al investigador del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, Jan Spickenbom,y le consultó las razones de los incendios en el país. Para el investigador son dos causas las que ocasionan los enormes incendios en el país: El Factor humano y el climático. Alguien que enciende el fuego por diferentes razones, como por ejemplo: en el sector agropecuario para habilitar terrenos, y por otra parte, están los diferentes escenarios con el calentamiento global.
De acuerdo con datos de Spickenbom, las proyecciones climáticas en Bolivia, predicen un incremento de la temperatura entre un 3 y 3,5 °C para el año 2050, un efecto que va causar cambios en las condiciones para las quemas. Hace años se observa el aumento de temperatura, con mayor intensidad en la Chiquitania, sobre todo en el norte y por ende una reducción de las precipitaciones, es decir que la época seca será más larga y calurosa. En consecuencia, esto produce que se acumule más vegetación seca en el suelo que se convierte en combustible muy fácil de inflamar y muy difícil de controlar cuando inicia el fuego.
“La época seca en Santa Cruz es un evento que va a ser mucho más grave. El año pasado fue una ventana de cómo pueden ser estas épocas en el futuro, hacia los próximos años, la expectativa lamentablemente es así”, le dijo Spickenbom a la Red Ambiental de Información.

Periodista ambiental y de conservación