Emergencia Climática en Bogotá, más que un día sin carne

Stop Carne

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La reciente polémica generada por el presidente de Fedegan José Félix Lafaurie frente a la propuesta de un día sin carne como una más de las 54 acciones que proponen los diez mandatos que integran el acuerdo de emergencia climática declarado recientemente por el Concejo de Bogotá, minimiza la  complejidad de las acciones propuestas en el acuerdo y reduce el diálogo social y el debate a un solo tema, una celebración y un llamado a la acción.

La declaratoria de la emergencia es mucho más que un día sin carne, sobre todo cuando Colombia reafirmó su compromiso después de varios años de trabajo con el Acuerdo de París y el Congreso de la República y la Corte Constitucional declararon exequible la ley que ratifica su acuerdo, permitiendo que el país haga parte de 178 naciones que han ratificado este instrumento que está acompañado de la ambición de reducir las emisiones a 2030 en un 20%.

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La discusión planteada por Lafoure, se refiere al punto cinco del mandato sobre prevención y atención por riesgos en salud en cambio climático, una de las acciones que propone que el Distrito Capital adopte la celebración del “día distrital sin consumo de carne” cada año, acogiendo las recomendaciones hechas por el IPCC y la FAO según lo enuncia el mismo documento.

Pero el mandato no habla de prohibiciones sino de un día de concienciación frente a los impactos y el aumento de las emisones que la producción agrícola y específicamente la producción de carne de res acompañada también de la deforestación, actividades que han venido generando efecto invernadero y aumentando en el tiempo la temperatura global.

El Presidente de Fedegan se refirió a la propuesta y dijo que “era absurdo que los mismos de siempre, la mamertería colombiana termine prohibiendo una actividad como la venta de carne afectando un sector crítico de la economía colombiana”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_raw_html]JTNDYmxvY2txdW90ZSUyMGNsYXNzJTNEJTIydHdpdHRlci10d2VldCUyMiUzRSUzQ3AlMjBsYW5nJTNEJTIyZXMlMjIlMjBkaXIlM0QlMjJsdHIlMjIlM0VMYSUyMHRlb3IlQzMlQURhJTIwZGUlMjBxdWUlMjBsYSUyMGdhbmFkZXIlQzMlQURhJTIwZXMlMjBsYSUyMGdyYW4lMjBjYXVzYW50ZSUyMGRlbCUyMGNhbWJpbyUyMGNsaW0lQzMlQTF0aWNvJTIwcXVlZCVDMyVCMyUyMGRlbW9saWRhJTIwZHVyYW50ZSUyMGxhJTIwcGFuZGVtaWEuJTIwTGFzJTIwYWN0aXZpZGFkZXMlMjBwZWN1YXJpYXMlMjBubyUyMGhhbiUyMGNlc2FkbyUyQyUyMHBlcm8lMjBzJUMzJUFEJTIwcGFyYXJvbiUyMGxvcyUyMHZlaCVDMyVBRGN1bG9zJTIweSUyMGFsZ3VuYXMlMjBpbmR1c3RyaWFzJTIweSUyMGxhJTIwbmF0dXJhbGV6YSUyMHR1dm8lMjB1biUyMGFsaXZpby4lMjAlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGdHdpdHRlci5jb20lMkZoYXNodGFnJTJGVW5EaWFTaW5DbGF1ZGlhTG9wZXolM0ZzcmMlM0RoYXNoJTI2YW1wJTNCcmVmX3NyYyUzRHR3c3JjJTI1NUV0ZnclMjIlM0UlMjNVbkRpYVNpbkNsYXVkaWFMb3BleiUzQyUyRmElM0UlMjAlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGdC5jbyUyRk1OS1JZb0k2NTQlMjIlM0VwaWMudHdpdHRlci5jb20lMkZNTktSWW9JNjU0JTNDJTJGYSUzRSUzQyUyRnAlM0UlMjZtZGFzaCUzQiUyMEpvcyVDMyVBOSUyMEYlQzMlQTlsaXglMjBMYWZhdXJpZSUyMCUyOCU0MGpmbGFmYXVyaWUlMjklMjAlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGdHdpdHRlci5jb20lMkZqZmxhZmF1cmllJTJGc3RhdHVzJTJGMTMyNjIyMzIwMTg3ODM2ODI1NyUzRnJlZl9zcmMlM0R0d3NyYyUyNTVFdGZ3JTIyJTNFTm92ZW1iZXIlMjAxMCUyQyUyMDIwMjAlM0MlMkZhJTNFJTNDJTJGYmxvY2txdW90ZSUzRSUyMCUzQ3NjcmlwdCUyMGFzeW5jJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZwbGF0Zm9ybS50d2l0dGVyLmNvbSUyRndpZGdldHMuanMlMjIlMjBjaGFyc2V0JTNEJTIydXRmLTglMjIlM0UlM0MlMkZzY3JpcHQlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Pero en su vídeo, no entregó ningún argumento que demuestre que Colombia en 10 años de trabajo ha logrado mediante  estrategias de mitigación a través del silvopastoreo, reducir las emisiones disminuyendo las deyecciones del ganado, o los logros que han obtenido con manejos de pasturas y diversas especies de  árboles con los que el ganado hace ramoneo, logrando con eso la disminución de las emisiones.

No es una falacia que el consumo de carne y la producción ganadera ocupen un renglón importante en la generación de emisiones como cualquier otra actividad, de acuerdo al inventario de Gases Efecto Invernadero GEI de 2016 publicado en la tercera Comunicación de Cambio Climático el sector agrícola colombiano generó el 26% de las emisiones en el país.

La opinión del IPCC es objetiva y científica más de 100 investigadores generan datos para una toma de decisiones bien informada y según el último reporte entregado recientemente (2020), las actividades relativas a la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra, representaron alrededor del 13 % de las emisiones de CO2, el 44 % de las de metano (CH4) y el 81 % de las de óxido nitroso (N2O) procedentes de las actividades humanas a nivel mundial durante  2007-2016, lo que representa el 23 % de las emisiones globales un número nada despreciable frente al resto de las actividades generadoras de GEI.

Pero las cifras también confirman que las 12 millones de hectáreas de selva tropical que se talaron en el 2018 según World Resources Institute, fueron por dar paso a los conocidos agro negocios con un problema en particular, la ganadería extensiva que afecta las selvas tropicales de Brasil, Bolivia y Colombia los tres países con mayor deforestación en América Latina.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”10320″ img_size=”large” add_caption=”yes” alignment=”center” parallax_scroll=”no”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Por eso un día sin carne teniendo en cuenta las recomendaciones de la FAO y la ONU es un llamado a la acción, a la conciencia de la reducción del consumo de forma inteligente. Mejorar los métodos de producción y reducir las emisiones de metano de la producción ganadera podría reducir las emisiones hasta 1,44 gigatoneladas por año, pero podrían lograrse reducciones mucho mayores (hasta de 8 gigatoneladas de CO2) cambiando a dietas más saludables y sostenibles con una mayor proporción de alimentos de origen vegetal que de origen animal según la ONU.

Ni los científicos en el mundo, ni organizaciones como la ONU o la FAO desconocen que el mejoramiento de la actividad a través de actividades como el Silvopastoreo son definitivas para reducir las emisiones pero celebrar un día sin carne es apenas un acto simbólico con respecto a los 10 mandatos y las 54 acciones que componen la declaratoria y que expresan la complejidad de la crisis global pero también de las acciones que se tomaran de aquí en adelante y que deberán cumplirse en los próximos 10 años.

Cada mandato, para su materialización, contará con acciones estratégicas, que serán desarrolladas por las entidades distritales en el marco de sus programas, planes, proyectos y políticas públicas, así como por la ciudadanía en lo que le compete y será la comunidad Bogotana la llamada a hacer veeduría sobre el cumplimiento de cada acción que no pretende más, sino adaptar a la ciudad a un fenómeno que afecta a cada uno de los 8 millones de ciudadanos sin distinción.

Por eso revisar los mandatos y sus acciones con detenimiento es una tarea de todos los habitantes de una de las primeras capitales que declaró la emergencia climática y adoptará con la buena gestión de cada alcadía el proceso de implementación de acciones establecidas en los diez mandatos.

*Foto de portada cortesia Diario El Pilón de Valledupar.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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