María Jimena Duzán ha sido una de las grandes periodistas investigativas de Colombia y durante décadas ha expuesto ante la opinión pública cientos de investigaciones con las que ha develado desde el accionar de los narcotraficantes hasta las irregularidades en entidades del estado colombiano, desde La Guajira hasta el Amazonas y desde el Chocó hasta el Vichada ha recorrido Colombia por aire, mar y tierra. Recientemente por aire, sobrevolando la región que se denomina una bisagra entre la Amazonía, la Orinoquía y la región Andina, con unas observaciones alarmantes sobre un panorama dantesco y desesperanzador. Los ríos voladores de humo.
“No es la primera vez que me subo con Rodrigo (Botero) a ver la selva desde arriba, pero es que esta vez lo que vimos, además en esta época del año, que es cuando está entrando el invierno, es aún más raro. Estas no son unas quemas tradicionales con las que generalmente se acompaña esta época en el llano y en las selvas, estos no eran campesinos”, relata la periodista y añade con mayor precisión la zona particular en donde esto está sucediendo.
Duzán precisa que “esto comenzó en el minuto en el que entramos a sobrevolar los bosques de transición entre la Amazonía y la Orinoquía, los bosques de Mapiripán (Meta). La selva ya está loteada, lo primero que me impresionó es que en las sabanas de Mapiripán, hay una cantidad de cultivos de eucalipto que antes eran siembras de palma africana, esto me impresionó mucho, pensar que eucaliptos que consumen tanta agua son el reemplazo de la selva, terrenos inmensos, porque allá nada es pequeño”.
El relato de la periodista sigue subiendo de temperatura al igual que lo hace el planeta en el que vivimos como consecuencia de que las selvas incrementen, también su temperatura. Pero si eso es en las sabanas que preceden a los bosques, “empezamos a ver los bosques de Mapiripán loteados, es decir, huecos en diferentes sitios y luego se van uniendo estos huecos a través de quemas inmensas”.

Frontera Natural entre el Guaviare y el Meta
Duzán cuenta que “las cosas se pusieron aún peor, estamos hablando de que esta colonización está llegando al corazón del amazonas, al parque Chiribiquete y cuando ya pasamos esa frontera y entramos en la reserva Nukak, fue el espectáculo más dantesco. Llegó el punto en el que no pudimos ver nada porque el humo entraba dentro de la avioneta, era difícil respirar y abajo no se podía ver nada, fue impresionante, yo nunca había visto esto y Rodrigo Botero que suele hacer estos viajes, dice que tampoco había visto esto en esas dimensiones”.
El incendio, la devastación, la deforestación, el atentado contra la selva amazónica no llega sola, pues cada vez que se veía una carretera, de las cinco o seis carreteras nuevas, todas ilegales, que vieron Botero y Duzán, coincidía con el método, abrirlas a punta de fuego, previo a que se despejara una nueva carretera, hay una hilera de humo señalizando el curso que toman estas vías. A lado y lado de las carreteras, lotes para la venta, listos para monocultivos o para la ganadería extensiva sobre la cual se pregunta la periodista “no sabemos si la carne que nos estamos comiendo en Bogotá está siendo producida allá, es producto de una cadena ilegal”, lo que sí es claro es que en la región andina se está respirando el aire de los ríos voladores de humo.
Hemos conocido como “Los Ríos Voladores” a esas gigantescas masas de agua que emanan de los bosques en la amazonía y que discurren por la atmósfera hacia los páramos de la región andina para ser capturados por la vegetación y filtrados por las rocas para convertirse en gotas que alimentan ríos, embalses, lagos y lagunas que abastecen cientos de acueductos. Esos flujos de energía, de vida, que transportan los ríos voladores se ven interrumpidos por las titánicas fumarolas que generan las quemas forestales que describe María Jimena Duzán.
Para toda la Región Andina
“Pero no solo se están llevando la riqueza de esa cantidad de vida que producen los ríos voladores, sino que están contribuyendo con la extinción de una cultura, la cultura Nukak. Lo que vimos en nuestra última parte del viaje fue ese resguardo asediado y acechado por una colonización muy poderosa, son más de 900 mil hectáreas que el día que se los entreguen a los Nukak, si es que eso va a pasar, no le va a quedar nada”, se lamenta la reconocida periodista.
Pero el drama no termina allí, “luego de ver todo esto, al lado de unos tepuyes hermosos, tal vez más que los de Chiribiquete, en el extremo de la reserva Nukak, grandes extensiones de cultivos de coca, la primera vez que vimos coca en este viaje, porque primero que todo, la selva no la están devastando para coca, la están devastando principalmente para ganadería y para sembrar monocultivos, pero también para sembrar coca”.
Grave denuncia que implica ‘grandes señores’
Esta es una zona en la que habitan los remanentes de las extintas FARC y bandas criminales de paramilitares como las de alias “Cuchillo”, suponer que toda esta devastación es producto de iniciativas de algunos campesinos pobres no es posible, lo que con claridad se detecta, según la investigación adelantada en esta región por María Jimena Duzán, “lo que hemos visto es que para hacer esto se requiere de algo mucho más sofisticado, lo que yo he ido investigando es mucho más complicado, esto no son sólo unos ilegales”.
tras la deforestación de La Amazonía

Sin mencionarlo ni hacer alusión alguna en particular, la periodista hace recordar al polémico gobernador del departamento del Guaviare, Nebio Echeverry Cadavid, célebre no sólo por su paso por ‘La Lista Clinton’, también porque ha tenido toda suerte de procesos con la justicia por presuntas vinculaciones con la ilegalidad, su primo, Óscar López Cadavid, fue condenado por paramilitarismo en 2011 fue acusado de tener vínculos con los paramilitares Vicente Castaño, Pedro Guerrero alias “Chuchillo” y Ever Veloza alias “HH”, mientras que el propio Echeverry Cadavid tuvo negocios comprobados con Ramiro Vanoy alias “Cuco” Vanoy, el extraditado paramilitar con quien compartió un lote en Villavicencio que vendieron por más de 400 millones en 1995.
Cuando se indaga en la zona si es cierto que el exgobernador Echeverry Cadavid, conocido con el remoquete de “El Patrón del Guaviare”, tiene o no que ver con la devastación de la selva y los procesos de colonización ilegal, un líder de la región, quien pidió que su identidad se mantuviera en reserva, sólo responde con miedo, “a mi no me pregunte esas cosas, yo no le voy a hablar mal de don Nebio, imagínese, semejante señor tan poderoso, si fue capaz de salirse de la lista Clinton, de qué no será capaz ese hombre” y rápidamente corta la entrevista, pues se siente temeroso de contestar algo más.
A pesar de que la Corte Suprema de Justicia, en un fallo al menos controversial, decidió archivar el proceso adelantado en contra del exgobernador por las acusaciones en su contra por estar “utilizando el Local 12 de Corabastos con razón social Comercializadora El Proveedor, para intercambiar víveres por cocaína en San José del Guaviare, Puerto Inírida, Miraflores, Cururú y Puerto Carreño. En camiones, junto a los despachos de verdura, papa y granos, mueven precursores para la elaboración del alcaloide, el cual transportan a Bogotá y Medellín”.
A pesar de que su primo fue condenado y que a Nebio Echeverry lo nombran una veintena de veces en el expediente, a pesar de que en una de sus propiedades en Paratebueno Cundinamarca, en el año 2000 se realizó una cumbre paramilitar a la que asistieron más de 15 comandante con sus esposas y numerosa escolta, el polémico exgobernador del Guaviare sale ileso de todas las acciones legales adelantadas en su contra en el pasado. Es claro el inmenso poder de este colono paisa que llegó a esa región en los años 70.
A pesar de que en el Guaviare todo es un secreto a voces, la realidad es que en el departamento nadie se atreve a levantar un dedo que señale al ‘Patrón del Guaviare’ como responsable de la deforestación por miedo a represalias.
Si bien en “La Vorágine” de José Eustasio Rivera, ‘la manigua’ se tragaba a los hombres, en el Guaviare, es el hombre quien actualmente se está tragando ‘la manigua’, esta es otra, de tantas ocasiones, en las que, en Colombia, la realidad supera la fantasía.
Deforestación en la Amazonía
La agonía del Amazonas en vivo
Presidente de Colombia, Iván Duque

Periodista ambiental y de conservación colombiano, actualmente residente en Canadá.